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Bučnica – strudel de pasta filo con calabaza y queso fresco

El principio de la caza de la calabaza es la temporada estival, cuando las apetitosas calabazas sencillamente invitan a hacer al menos una vez al año este viejo clásico de Zagreb y de la región amplia de Zagreb. ¡La bučnica!

La pasta casera, el queso y la calabaza rallada harán volver a muchos a los días de la infancia y atraer los suspiros de todos los presentes, que tendrán la oportunidad de probar uno de los platos más apetitosos de nuestra comarca... Cuando lo pruebe se preocupará de si habrá bastante calabaza hasta el año que viene. Los que tienen experiencia rallarán la calabaza y la guardarán en un lugar secreto en el congelador, y pocos serán los que quieran compartirla con los demás fuera de temporada. ¡Hm, así es la bučnica!

 

Ingredientes para 6 u 8 personas:

Para la masa:

500 g de harina

1 punta de cuchillo de sal

30 g de manteca de cerdo

1 huevo

200 ml de agua tibia

 

Para el aderezo:

1 kg de calabaza

400 g de queso fresco

100 g de nata fresca

2 huevos

½ cucharadita de azúcar

1 cucharadita de sal

80 g de mantequilla

Preparación:

Cortamos los extremos de la calabaza, la cortamos a lo largo en dos mitades y sacamos la parte blanda. Rallamos la calabaza limpia en un recipiente adecuado, la salamos, mezclamos y dejamos reposar. En un recipiente aparte tamizamos la harina, añadimos la sal, rompemos el huevo, vertemos el aceite, añadimos también la manteca y mezclamos bien los ingredientes con la mano. La mezcla obtenida la colocamos en una superficie de trabajo, mezclamos la masa, la amasamos en forma de bola, la untamos con un poco de aceite de oliva, la cubrimos con un film plástico transparente y la dejamos reposar 30 minutos. Mientras tanto escurrimos bien la calabaza salada y rallada y la colocamos en un recipiente limpio. Después añadimos el queso, la pizca de sal y de azúcar, la nata fresca, rompemos dos huevos y lo mezclamos bien todo junto. Colocamos la masa reposada en un mantel enharinado, lo enharinamos un poco y extendemos en una capa fina, y después con las manos los estiramos hasta que quede muy fino. Los bordes irregulares los cortamos, la masa la untamos con aceite, los extremos más largos los aderezamos con la mezcla de calabacín, queso y nata y con ayuda del mantel lo doblamos hacia la mitad hasta que se una. Con un plato cortamos los rollos a la longitud deseada, los colocamos en un recipiente refractario untado con mantequilla, lo cubrimos con pedacitos de mantequilla blanda y lo metemos a asar en el horno, calentado a 195°C, unos 30 minutos. Cortamos en pedazos y servimos la bučnica lista, caliente o fría.